Viveiro, pueblo natal de Maruja Mallo
Llegamos a Viveiro tras las huellas de Maruja Mallo, una mujer sorprendente a la que nos acercamos a través de la biografía que José Luis Ferris ha elaborado sobre Miguel Hernández.
No terminamos de acostumbrarnos a este rosario de grandes mujeres negadas por la historia oficial sin que lo justifique más que el hecho de ser mujer. Maruja Mallo dispone de una pequeña placa en una casa de la calle Sol y ni siquiera está claro si nació exactamente allí.
Lo que no esperábamos fue la acogida que nos dispensaron y el acercamiento al pasado y presente de este pueblo a través de su concejala de cultura, Concepción Toral y del cronista oficial de Viveiro, Carlos Nuevo. Todos los pueblos deberían contar con personas capaces de transmitir todo lo que contienen. Porque aprendimos del arte de sus iglesias, de la alimentación de sus gentes en la Edad Media, de la emigración del pasado siglo, de la repostería actual... Aprendimos los porqués de las pinturas de las casas de los pescadores o de las chapuzas que pueden hacerse cuando no se valora lo que se tiene. Y nos escandalizó sólo una cosa: Carlos Nuevo debería estar liberado a tiempo completo para dedicarse a la Cultura. No es corriente contar con una persona así. La pasión no se aprende en los libros y el estudio al que se llega por amor tampoco. Cachi, responsable de cultura, cuenta con él y nosotras nos felicitamos por haber contado con los dos en este inolvidable viaje y esperamos de alguna manera poder corresponder a tanto recibido en el 2010, centenario hernandiano, aquí, en Orihuela.
Cuando con algo de retraso escribo estas líneas leo que Carlos Nuevo junto con Emilio Xosé Ínsua ganan por segunda vez el premio Anxel Fole con un ensayo sobre Maruja Mallo. Enhorabuena, amigo.
Nuchi
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