En la nueva edición de los Murales de San Isidro hemos querido participar un año más, en esta ocasión, aportando una imagen de Maruja Mallo, tenía que estar presente por su relación con Miguel Hernández y su influencia en El Rayo que no cesa. Maruja es una de las Sinsombrero , mujeres geniales, de la generación del 27 tan ninguneadas por sus compañeros. Era un buen momento para reivindicar su obra. La sorpresa del trigo es uno de los cuadros que pinta en el año 37, le vino la inspiración cuando en la manifestación del 1 de mayo vio a un grupo de mujeres blandiendo barras de pan al grito de "queremos pan". El trigo se van a multiplicar en El canto de las espigas del 29. Maruja dice:" mi pintura tiene un carácter universal, aspiro a que, no obstante su universalidad, refleje, no la España sórdida,sino la España heroica y gloriosa, limpia y profunda". Este mural está acompañado por el de La isleña de la pintora gallega en la plaza de la Ermita. Desde