Al día siguiente, nuestra humilde pero acogedora casa Entretodas, se llenó de actividad multicolor, diferente y complementaria.
Escritoras que repusieron en nuestra memoria hechos históricos que aún nos duelen, y a los que no podemos renunciar.
Picada enmedio, para reponer fuerzas y estirar el cuerpo.
Y una velada musical entre flamenco, bulerias, fandanguillos, y fados, que acabaron poniendo el cuerpo a punto haciéndolo saborear la noche al completo.
Y recogida de fuerzas para continuar en este camino, que cada vez vemos más claro.
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