CON NOMBRE PROPIO

UNA FRASE PARA EL 25 DE NOVIEMBRE. DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

Esta semana las diferentes Asociaciones de Mujeres de Orihuela, nos hemos reunido junto con la concejalía de Igualdad en torno a la Mesa por la Igualdad para tratar como muchas otras veces, la Violencia Machista.

Analizamos en esa Mesa las diferentes actuaciones que lleva a cabo la concejalía, las que consideramos necesarias abordar y cómo conseguir la implicación contundente de todos los estamentos sociales con carácter preventivo sobre este tema, con el fin de extinguir los pensamientos permisivos hacia unas conductas que por desgracia están lejos de desaparecer.

Y viene en nuestra ayuda el señor Castelao, poniendo en su boca una fantástica (fanática diría yo) frase que resume como nadie ese pensamiento permisivo que acepta que lo uno lleve a lo otro.

Hoy leo que presenta su renuncia al cargo de director general de Migraciones, y que en sus disculpas explica que “ No tengo para nada ningún pensamiento contra la mujer que me merece todos mis respetos. Es más, soy un devoto de la mujer”.

Aún esa disculpa es dañina para la igualdad entre mujeres y hombres, germen necesario para evitar o extinguir perversas ideas de posesión de un género por otro.

Las mujeres no queremos su “devoción” y sí exigimos nuestra cuota de valor, que presuponemos será mayor que la suya después de leer su“acertada expresión”.

Valor que reivindicamos para todas las mujeres, no sólo las que pertenezcan a su entorno próximo y por tanto “protegible”, sino todas las mujeres del planeta.

Comprendemos que es difícil conciliar el lenguaje políticamente correcto con el pensamiento íntimo, personal y privado, pero el daño de esta frase merecería una exigencia de cese inmediato por quienes se supone están vigilando esa igualdad y por quienes ha sido nombrado, y no una optativa renuncia de quien ha lesionado así el honor de las mujeres.

Pero qué podemos esperar de quien suponemos habrá jurado cumplir las leyes y que propone violarlas. Deja claro que no da la talla ni como representante político de todas y todos, ni como representante de su género.