Escrito por una profesora de música sin identificar

Ante las manifestaciones vertidas a través de este medio por el mantenimiento de un uso sexista del lenguaje, la desaparición del Ministerio de Igualdad y el regreso de la educación de los años sesenta, ahí van las respuestas que, desde nuestro espacio virtual, se han producido.
Dice ser profesora de música en un IES, pero también podría ser la vieja guardia disfrazada de lagarterana.

1. Pues me parece que después de todo el artículo sólo da un agumento. Para empezar mete muchísima morralla y lo veo muy demagógico: ¿qué más da si antes se decía "párvulos" y ahora "educación infantil"? O como si ahora las vocales o las declinaciones hubieran cambiado. Además, si es tan pureta con la lengua, debería saber que los nombres de obras van en cursiva (El Quijote, El Lazarillo de Tormes). En fin...

Pero centrémonos en el único argumento que nos da. Es cierto que todos esos ejemplos proceden del participio activo (-nte), pero se han transfomado en sustantivos y algunos, por el uso, adquieren la forma femenina (sobre todo cuando se pretende visibilizar a la mujer en profesiones tradicionalmente masculinas). El argumento me parece respetable, pero entonces hay que pensar por qué corriente se decanta: ¿prescriptiva (lo que dice la norma va a misa) o descriptiva (aceptamos el uso más extendido)? Y en caso de ser prescriptiva -lo que deja bien claro-, debería aceptar lo que dice la RAE -órgano más conservador y purista con respecto a la lengua española-. Y, fíjense bien, que esta institución de principios del s. XVIII tan reacia a los cambios ha admitido "presidenta" e incluso "fiscala".

Supongo que hay gente que no está preparada para los cambios. Una cosa es querer respetar la norma gramatical y otra no querer aceptar que el lenguaje refleja nuestra forma de concebir el mundo. Hace diez años casi todos veían como una profanación de la lengua el decir "abogada" y hoy en día es de lo más normal. A veces "hablar correctamente"supone aceptar determinados cambios.

Azahar. Licenciada en traducción e interpretación.

2. Pues a mí no me gusta por varias razones:

1. El tono de desprecio que emplea: "víctimas de la LOGSE", "educación infantil, mire usted..." Nada más empezar da por hecho la inmensa suerte de ella -y, por ende, de su generación- con los planes de estudios de la dictadura franquista (no le parecerá relevante la educación política que recibíamos, ni la ocultación de nombres de mujeres y hombres, ni el adoctrinamiento religioso-obligatorio...) pecata minuta considerará esta profesora anónima -que ésa es otra-.
2. Después nos hace un alarde de conocimientos en latín, con sus declinaciones y verbos, que eso siempre impresiona (rosa, rosae.., poto, potas..). No sigue por no aburrirnos, no porque no sepa más, que quede claro. Pero se anima y nos da una relación de obras leídas, eso sí, ninguna de mujeres, lo cual debe considerar normalísimo.
3. Aprendió a amar nuestra lengua (no como otras, se lee entre líneas). Y aprendió que se dice "presidente" y no "presidenta". Y aquí le diría a esta profesora que por qué no habla en latín, que qué ha pasado con esa hermosísima lengua y sus declinaciones, que cómo puede ser que en lugar de decir que "mihi amiticia cum domino erat" diga "yo era amigo del señor". Es decir, que la lengua es algo vivo, que evoluciona, que los diccionarios se actualizan y que, a su pesar la RAE (a la que presupongo le tendrá un respeto) admite presidenta: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=renombramiento, al igual que muchas otras palabras que las considerará aberrantes.
Y que basta de chistes facilones y de mofas para argumentar. El lenguaje configura nuestro pensamiento y hasta hoy las mujeres apenas existíamos. Va siendo hora de reconocer que "eppor si muove", ¿sí?

Y mis felicitaciones a Soledad Puértolas, miembra reciente de la RAE, ¿o debería decir "miembro"? ¡Qué obscenidad!

Nuchi. Maestra.

3. Me parece aberrante, transmite la ideología del machismo puro y duro, además, sobre el concepto de educación utiliza los parámetros elitistas. Esta señora no sabe que la lengua es un ente vivo en continuo movimiento, que se crea, desarrolla y muere. Supono que siguiendo su lógica no admitirá ningún extranjerismo por seguir la etimología latina, supongo que ella irá al médico, aunque sea una mujer y que por lo mismo debería llamarle su alumnado "señor profesor", aunque tenga ovarios, lleve melena rubia tintada y haya parido ¿no sabemos?
Lo que sí se trasluce es una fuerte animadversión al feminismo, al Gobierno actual y por supuesto a la ministra de igualdad a la que insulta con el juego de palabras tan manido creado por la Derecha recalcitrante.

Pascuala. Licenciada en Lengua y Literatura.

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